Esta tradición dentro de nuestra Cofradía, se remonta a sus inicios, pues salvo los primeros años en los que no se requería mantilla y peineta, las hermanas comenzaron a añadirla a su luto riguroso, siendo la seña de identidad de la entonces Sección.
La tradición de portar mantilla la mañana de Jueves Santo, se recoge de la visita a los monumentos de las iglesias de la ciudad como complemento al luto riguroso por la muerte de Cristo. En Semana Santa era tradicional que las damas se vistieran de negro y se llevase en la cabeza peineta y mantilla negra, especialmente el Jueves y Viernes Santo.
De aquí es de donde se adoptó esta indumentaria para la estética procesional de la Esperanza.